miércoles, 30 de octubre de 2013

Fragmento nº9 - La importancia de escribir "YO" en mayúsculas.

Ya sé que el título de este fragmento es un poco contradictorio con las normas de ortografía española. Como ya sabemos (o deberíamos saber), el pronombre "yo" que designa al hablante se escribe en minúscula a no ser que vaya detrás de las formas de puntuación que lo obliguen a lo contrario.

Voy a reflexionar el por qué deberíamos de escribir "YO" en mayúsculas.

La idea me ha venido sobre algo que ha estado presente en mi vida y educación desde 3º de primaria y sobre lo que nunca me he cuestionado nada, pero que el otro día mi chico me aclaró: ¿Por qué se escribe el pronombre personal "I" en mayúscula? Vaya donde vaya... en la frase, este pronombre personal que significa "yo", está escrito en letras capitales. ¿Por qué?

En realidad deberíamos escribirlo siempre así. Se escribe en mayúscula por el simple motivo de que todo lo que existe, todo lo que vemos, todo lo que sentimos, todo lo que hay en el universo... no existiría sin un "YO". Sin YO no hay nada. YO soy el que percibe, YO soy el que describe... sin mi no habría nada, porque sólo habría "otros".

Si YO no existo, no puede existir lo demás para mi...

Es por eso por lo que propongo que debemos querernos más... ya que sin uno mismo nada existe, querámonos, y si no nos gusta lo que hay a nuestro alrededor no es que el "mundo" sea malo, sino que alomejor debemos mirarlo con otros ojos (o quizás debemos intentar cambiarlo)...


YO soy el centro de mi mundo.
YO elijo siempre qué hacer (aunque a veces influyan otros).
YO tengo mis gustos.
YO me apasiono por lo que quiero.

Y en todo eso, si el "YO" no estuviera...

YO no sería el centro de nada...
YO no tendría qué elegir...
YO no tendría gustos,
y por supuesto YO no me apasionaría con nada...

...simplemente un mundo sin YO no es posible.

Hay que rebelarse contra la ortografía (en sitios no-oficiales, claro)... Y cuando escribamos para nosotros, tengamos en cuenta que de "YO" es lo más importante que hay.


Mente de Cristal

sábado, 26 de octubre de 2013

Fragmento nº8 - Motivación

Hoy estoy muy motivada, motivadísima. Y es que esta ha sido la primera semana del máster que estoy cursando. Para los que no lo sepan yo estudié filología francesa, y ahora estoy haciendo lo que antes era el "CAP", un master en profesor de educación secundaria. 

Esta semana he vivido muchos momentos de estrés... nuevos compañeros, horarios asquerosos, nuevos profesores, nuevas materias (completamente diferentes a lo que estoy acostumbrada)... Y así he ido subiendo por las escaleras que hay en este dibujo (que no es mio y que he sacado de una página web). El domingo estaba muy negativa, mis asignaturas sonaban a tostonazo, y yo tenía pánico a la investigación. 
Pues bueno, empecé la semana, lo conocí todo... y qué sorpresa la mia al darme cuenta de que en realidad todo me gustaba. Las asignaturas que creía más problemáticas son las más interesantes, y las que creía que me iban a encantar han resultado ser las que menos me atraen. Pero en general estoy motivadísima y pienso que voy a poder conseguirlo todo. 
Me han puesto muchos trabajos de investigación, cosa que no he hecho nunca... tengo el estrés del trabajo de fin de master, y cantidad de informes educativos que hacer de aquí a final de curso. Hoy, haciendo la investigación de mi primer informe, he descubierto que me gusta mucho. Quién sabe si alomejor estoy hecha para esto. Voy en buen camino. 
Pues eso, de "no lo haré" he subido a "sí se puede" y aunque haya muchas dudas aún, pienso superarlas y seguir adelante.

Tuve miedo del graduado escolar, y lo obtuve sin dificultades.
Tuve miedo del selectivo, lo saqué a penas sin estudiar.
Tuve miedo de la universidad, me apliqué, me esforcé, fue duro al principio pero acabé con buenas notas.
Tuve miedo del master... y ahora voy a por ello.

Hay que tener ambición, actitud, y ánimo, así que, ¡a esforzarse!


Ánimo a todos aquellos que crean que no pueden. Con esfuerzo, dedicación, y sobretodo con vocación, se pueden lograr cosas maravillosas. 

Mente de Cristal

domingo, 20 de octubre de 2013

Fragmento nº7 - ¿Qué es lo mejor que puede pasarme?



HENRI DE TOLOUSE-LAUTREC: 
“Érase una vez un chico. Un chico embrujado y muy extraño. Dicen que había llegado de muy lejos, de muy, muy lejos por tierra y por mar. Algo tímido, y de expresión triste, pero muy sabio, eso sí. Un buen día, un mágico día se cruzó en mi camino. Y mientras hablábamos de muchas cosas, de bufones y de reyes, me dijo esto: 
Lo más grande que te puede suceder es que ames, y seas correspondido’.”
Mente de Cristal

domingo, 13 de octubre de 2013

Fragmento nº6 - Despertar mil veces en mitad de la noche

A veces soy un poco contradictoria. Me quejo porque no duermo del tirón y porque he pasado mucho miedo, asco, o nervios. Me quejo por tener pesadillas pero me asombro con la calidad de las historias que sueño (a veces pienso que debería escribir un libro con esto, lástima que casi todo se pierda al despertar). Y en el fondo no es del todo desagradable (aunque sí incómodo).

Esta noche ha sido una de esas noches en las que una pesadilla viene tras otra. Sueñas con una, te despiertas, te duermes, sueñas con otra... y así hasta que llega la hora del despertar. En la que has dormido sin dormir, sin descansar.

Mis pesadillas se ven siempre protagonizadas por mi (supongo que será normal ser el protagonista de tu sueño) y casi siempre aparece alguien que conozco, pero la perjudicada siempre soy yo. He corrido sin llegar a mi objetivo, he perdido cosas en mitad de una carretera en la que no dejaban de pasar coches, me han perseguido, he huido, nos han invadido desde otros países hasta monstruos sobrenaturales y... he muerto muchas veces. 

La de hoy es una pesadilla que no sé por qué me ha angustiado tanto. Estaba en un país extranjero, ya que el sueño era en español y francés (sí, sueño en francés de vez en cuando). Iba con un grupo muy grande de estudiantes, la mayoría conocidos del erasmus y la universidad. Íbamos a un mausoleo y nos pedían que no hiciéramos fotos "de los muertos".

En mi sueño he visto símbolos extraños: triángulos puestos a la inversa con nombres. Lo peor es que creo que conocía los nombres que estaban grabados en ellos y me he puesto muy nerviosa (no sabría deciros quiénes eran). Y tras ver muchos ataúdes me he despertado muy triste, inquieta y angustiada porque después de todos los objetos fúnebres descubría que me quedaba sola y perdida en el centro de esa ciudad.  


El mundo de los sueños es increíble. No sé qué me lleva a tener pesadillas, pero lo cierto es que tengo muchas y bastante a menudo. Soy una persona que frecuentemente se acuerda más o menos de los sueños (sin muchos detalles). Pero sería capaz de contar muchísimas de las pesadillas con bastante facilidad y no lo entiendo. 

Quizás sea cierto lo que dijo Goya (de una manera más simple y no tan filosófica como en realidad él intentaba expresar):
 "El sueño de la razón produce monstruos"

Pero a pesar de lo mal que lo paso cuándo mis sueños me perturban... no me da miedo soñar.

Mente de Cristal

jueves, 10 de octubre de 2013

Fragmento nº5 - La tristeza sin saber por qué

Lo cierto es que muchas veces y a muchos de nosotros nos preguntan qué es lo que nos pasa. Y un gran número de ellas (nadie puede decir que nunca lo ha dicho) respondemos: "Nada..." porque en realidad estamos mal y no sabemos qué nos pasa.
Algunos piensan que esta tristeza es indirecta, debido a la monotonía, a algo que nos callamos y nos afecta más tarde... otros descubren que sólo están tristes los domingos (los días que no hay nada que hacer)... pero, ¿qué podemos hacer? ¿Esto se puede evitar?


Soy la primera a la que le entran este tipo de bajones y no sabría decir el motivo. Símplemente al levantarme a veces pienso "hoy tengo la sensación de que va a ser uno de esos días". ¿Podría ser que me autoconvenzo? ¿Simplemente me levanto triste por algo que he soñado y no me acuerdo? No lo sé, y no tengo ni idea de la respuesta. Sólo me siento como un puntito pequeñito que necesita que alguien le haga caso, pero, a veces, si me preguntan qué me pasa me molesta porque no sé contestar, y eso me da muchísima rabia. Lo peor de todo es que incluso estoy un poco irascible y lo pago con las personas a las que más quiero: les hablo mal, ofendo, suelto veneno con cada palabra... y no sé por qué.

En ese tipo de situaciones he intentado pensar en todo lo que tengo que me hace feliz: no tengo problemas graves de salud, a mi alrededor todo está bien, tengo una carrera, voy a hacer un máster, tengo una perra y una gata (amo a los animales)... pero no sé, no me animo y no puedo saber por qué mi cuerpo decide que está mejor así. A veces llego a pensar que quizás sea importante que uno mismo sienta esta tristeza. Si no me equivoco es la que hace que los compositores compongan, los bailarines bailen y los escritores escriban. Siempre se está mucho más inspirado si se está triste... asi que alomejor hay que soportarla porque es la que nos abre los ojos sobre nosotros mismos, como una especie de "trance" que aparece de vez en cuando y que hace que sólo nos centremos en nosotros mismos (aunque suene un poco egoista) sacando una parte de nosotros que permanece oculta el resto del tiempo.

¿Pero será esta situación positiva? ¿Perjudicial? ¿O sólo dependerá de si la tenemos en su justa medida?

Lo cierto es que me encanta ser feliz, pero cuando estoy triste sin saber por qué (al menos yo) descubro un poco más cómo soy, y tengo tiempo para pensar y reflexionar en muchas cosas. Incluso recopilo todas las cosas que me hacen feliz, para intentar convencerme, y así me doy cuenta de que tengo suerte (aunque en ese momento me muestre totalmente indiferente).

Estar triste es (desgraciadamente) necesario, imagino.

Sed felices.

Mente de Cristal

sábado, 5 de octubre de 2013

Fragmento nº4 - Sitios maravillosos I

Esta semana he tenido la oportunidad de conocer bastantes sitios maravillosos y diferentes. He estado en Ojén, Marbella y Granada. De Marbella no hablaré porque aunque bonito, es un pueblo marítimo en el que se respira dinero (aunque con unas preciosas callejuelas en su casco antiguo, el cual de verdad me encantó). 


Ojén
 En este pueblo vive mi amiga Odile. Es el típico pueblo andaluz blanquito, pero yo noté que tenía un encanto especial. Todas las casitas tienen las ventanas y puertas de un color diferente. Y las flores que los vecinos tienen en los balcones y en la calle hacen que el pueblo sea simplemente precioso. Por la calle encuentras placas en las que pone "Calle más bonita en 2002", "Premio al rincón más bonito en 2012", y te vas cautivando con la belleza que hay alrededor.
 Ojén tiene varias cuevas. En una de ellas que está casi llegando al río hacen exposiciones de arte de vez en cuando (y también conciertos de música). Hay otras cuevas a las que se accede a través de una escalera de hierro marrón (foto de abajo), y cuándo subes tienes unas vistas maravillosas del mar (foto de arriba), de las casitas, y te sientes refugiado y tranquilo (¡y si el tiempo está muy calmado a veces se ve Ceuta a lo lejos!)
Es un pueblecito al que no dudaría ir una semana de vacaciones, por su accesibilidad y cercanía a Marbella, a la playa, y también por su tranquilidad y encanto personales. ¡Un rinconcito maravilloso! Y pensar la cantidad de pueblos que me estaré perdiendo por no saber ni que existen... en fin...





Granada

 Esta ciudad me ha conquistado, creo que en mi corazón está al mismo nivel que Tours (Francia). Es preciosa. De cabo a rabo, cada rincón, cada escondite... Alojada al inicio del paseo de los tristes he quedado maravillada ante tanto arte. Empecemos por las vistas desde el mirador del Albaicín (barrio ya de por si precioso), desde el cual contemplamos la magnificencia de la Alhambra de Granada (en árabe al-hambra significa "roja", por lo tanto La Roja).
 Esta maravilla arquitectónica es impresionante tanto por fuera como por dentro, ya que te trasladas a otra época, y te sientes pequeñita ante la riqueza del paisaje, arquitectura, y vegetación. Los palacios Nazaríes te roban el alma con el equilibro "agua y vegetación". El patio de los leones y las dos hermanas han sido dos de las cosas que más me han gustado, junto con los jardincitos y parques interiores que se observaban desde las ventanas.
 Por no hablar del Generalife, con su palacio y sus jardines en el que (aunque estaba agotada) disfrutas mirando a cada rinconcito. Pasas de estar en una ciudad a estar en un cuento, protagonista de mitos, leyendas e historias que cautivan tu corazón. Imaginarse al sultán y sultana paseando por allí con su gente ponía la piel de gallina.
 Y no menos magnífico era el centro histórico de Granada. Pude disfrutar de muchísimos rincones. Desde la universidad de la Madraza (primera universidad de origen árabe, en Granada), hasta las callecitas de la Alcaicería, antigua lonja de sedas y productos téxtiles que hasta la fecha no ha perdido su espíritu comerciante, ya que es dónde encuentras todas las tiendas de recuerdos y detallitos árabes, muy típicos.  

Hay una capilla llamada "Capilla Real" en la que están enterrados los Reyes Católicos. Prohibido hacer fotos, así que sólo me queda el recuerdo de las esculturas y del sepulcro con los ataúdes de los reyes Fernando e Isabel, junto con las de su hija y esposo: Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Y su nieto, el príncipe Miguel. 



La Catedral de la Anunciación (Catedral de Granada) era monstruosamente gigante e inmensa. Con una belleza renacentista especial, hace muy agradable el paseo por este viejo casco (que me recuerda al centro de Valencia, pero mejor cuidado).

En último lugar, lo que me queda por destacar es algo que a mi y a mi estómago nos encantó... ¡¡LAS TAPAS!! ¿Cómo puede ser que por 2,30€ cenes? Pagas la bebida y la tapa ENORME te la regalan... Os aconsejo que vayáis al Nido del Búho, ya que las tapas son tamaño-gigante y está delicioso. De echo, miradnos lo felices que estamos Anaïs y yo con nuestra tapa económica y jugosa...
Felices de Tapeo
Pues ahí os dejo un poco más de conocimientos de sitios, a ver si consigo daros alguna idea para las vacaciones. Si vais a la Alhambra recordad reservar la entrada con antelación, sino no podréis entrar a ver los palacios.

Mi cuarto fragmento de cristal está cansado de tanta marcha, asi que, ¡a descansar!

Mi consejo es... ¡¡VIAJAD!! No seáis tontos y dejaos maravillar por sitios nuevos y especiales que seguro os robarán el corazón...

Mente de Cristal