jueves, 10 de octubre de 2013

Fragmento nº5 - La tristeza sin saber por qué

Lo cierto es que muchas veces y a muchos de nosotros nos preguntan qué es lo que nos pasa. Y un gran número de ellas (nadie puede decir que nunca lo ha dicho) respondemos: "Nada..." porque en realidad estamos mal y no sabemos qué nos pasa.
Algunos piensan que esta tristeza es indirecta, debido a la monotonía, a algo que nos callamos y nos afecta más tarde... otros descubren que sólo están tristes los domingos (los días que no hay nada que hacer)... pero, ¿qué podemos hacer? ¿Esto se puede evitar?


Soy la primera a la que le entran este tipo de bajones y no sabría decir el motivo. Símplemente al levantarme a veces pienso "hoy tengo la sensación de que va a ser uno de esos días". ¿Podría ser que me autoconvenzo? ¿Simplemente me levanto triste por algo que he soñado y no me acuerdo? No lo sé, y no tengo ni idea de la respuesta. Sólo me siento como un puntito pequeñito que necesita que alguien le haga caso, pero, a veces, si me preguntan qué me pasa me molesta porque no sé contestar, y eso me da muchísima rabia. Lo peor de todo es que incluso estoy un poco irascible y lo pago con las personas a las que más quiero: les hablo mal, ofendo, suelto veneno con cada palabra... y no sé por qué.

En ese tipo de situaciones he intentado pensar en todo lo que tengo que me hace feliz: no tengo problemas graves de salud, a mi alrededor todo está bien, tengo una carrera, voy a hacer un máster, tengo una perra y una gata (amo a los animales)... pero no sé, no me animo y no puedo saber por qué mi cuerpo decide que está mejor así. A veces llego a pensar que quizás sea importante que uno mismo sienta esta tristeza. Si no me equivoco es la que hace que los compositores compongan, los bailarines bailen y los escritores escriban. Siempre se está mucho más inspirado si se está triste... asi que alomejor hay que soportarla porque es la que nos abre los ojos sobre nosotros mismos, como una especie de "trance" que aparece de vez en cuando y que hace que sólo nos centremos en nosotros mismos (aunque suene un poco egoista) sacando una parte de nosotros que permanece oculta el resto del tiempo.

¿Pero será esta situación positiva? ¿Perjudicial? ¿O sólo dependerá de si la tenemos en su justa medida?

Lo cierto es que me encanta ser feliz, pero cuando estoy triste sin saber por qué (al menos yo) descubro un poco más cómo soy, y tengo tiempo para pensar y reflexionar en muchas cosas. Incluso recopilo todas las cosas que me hacen feliz, para intentar convencerme, y así me doy cuenta de que tengo suerte (aunque en ese momento me muestre totalmente indiferente).

Estar triste es (desgraciadamente) necesario, imagino.

Sed felices.

Mente de Cristal

No hay comentarios:

Publicar un comentario